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La historia de Andrea

Andrea es una joven de 16 años de Corsica (Dakota del Sur) que salvó vidas gracias a la donación tras su muerte en otoño de 2011.

Andrea, de 16 años, tenía un espíritu dulce y divertido. "Dondequiera que estuviera, siempre iluminaba la habitación y hacía sonreír a la gente", dice su padre.

Cuando Andrea solicitó su primer permiso de conducir, se inscribió como donante de órganos, ojos y tejidos. Estaba orgullosa de su decisión y, emocionada, enseñó a sus hermanos y a sus amigos su nuevo carné cuando llegó, diciendo: "¡Soy donante!".

Nadie podría haber predicho la tragedia que precedió a sus donaciones poco tiempo después. El 1 de noviembre de 2011, Andrea perdió el control de su coche mientras conducía por una carretera rural desconocida y falleció a consecuencia de las heridas.

Tras conocer la noticia de la muerte de su hija, LifeSource se reunió con los padres de Andrea para plantearles la donación de órganos y les hizo saber que Andrea se había registrado con su carné de conducir. Sin pensárselo dos veces, sus padres cumplieron el deseo de Andrea de ayudar a los demás.

"Estoy muy orgullosa de que lo haya hecho", dice Marlene, la madre de Andrea. "El accidente iba a ocurrir tanto si marcaba donante como si no. Y, si no hubiera marcado donante, mira cuántas vidas se habrían perdido por su culpa".

Conocer a los beneficiarios de Andrea

Dos de las personas que Andrea salvó fueron Keegan, de dos años, receptor de hígado, y Meleah, de veintinueve, receptora de pulmón. Cuando Jeff y Marlene conocieron a Keegan y Meleah, sintieron como si ya los conocieran. Sintieron que Andrea estaba con ellos y pudieron ver lo agradecidas que estaban ambas familias por el legado que Andrea dejó para los demás.

Después de conocer los problemas de Keegan a una edad tan temprana, "fue una sensación increíble ver a Keegan corriendo por la sala lleno de vida como cualquier otro niño de 2 años y medio", dijo Jeff, el padre de Andrea.

Antes de su trasplante, Meleah no podía andar 20 pasos sin tener que pararse a descansar. Y, ahora, verla en excelente forma significaba mucho para la familia de Andrea.

Gracias a la decisión de Andrea de marcar la casilla, salvó la vida de cinco personas mediante la donación de órganos y proporcionó el don de la donación de tejidos a muchas más en todo el país.