¿Es rara la donación de órganos?

La oportunidad de ser donante de órganos es única porque sólo una combinación específica de circunstancias permitirá a una persona donar. Para que alguien se convierta en donante de órganos después de haber fallecido, debe:

• Experimentar la muerte cerebral o una lesión no superable
• Fallece en un hospital con respiración asistida

Eso es todo. Estas cosas deben ocurrir para que una persona pueda ser donante de órganos (los criterios para la donación de tejidos y ojos no son los mismos).

Considere lo que esto significa: las personas que fallecen en casa, en un accidente de coche o en cualquier otro lugar fuera de un hospital no pueden ser donantes de órganos.

Circunstancias únicas para la donación de órganos

Cuando una persona sufre una lesión cerebral grave, puede ser completamente incapaz de respirar por sí misma. Se necesita un respirador para ayudar a la persona a respirar y suministrarle el oxígeno adecuado, de modo que los órganos y tejidos no resulten dañados.

Algunas lesiones cerebrales pueden ser tan graves que se detienen todas las funciones cerebrales. Esto se denomina muerte cerebral. Con la muerte cerebral, se necesita un ventilador que haga el 100% del trabajo de los pulmones de la persona.

Esto crea una situación única en la que la donación de órganos es posible. La persona ha fallecido, pero como el respirador respira por ella, sus órganos siguen recibiendo oxígeno. Para que se produzca la donación de órganos, la persona debe permanecer conectada al respirador hasta el momento en que se recuperan los órganos para seguir proporcionando ese oxígeno.

La donación en cifras

En Estados Unidos fallecen cada año unas 2.800.000 personas, 715.000 de ellas en el hospital. De las que fallecen en un hospital, sólo 150.000 reciben respiración asistida, de las que sólo 16.000 son médicamente aptas para donar y sólo unas 10.000 se convierten en donantes.