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Una madre pierde a su hijo y lleva consigo un trozo de él

Un "sí" a la donación repercute en la familia Mahoney de más de una forma asombrosa.

En marzo de 2019, Laurie Mahoney se desgarró el LCA/MCL tras un accidente de esquí y le dijeron que la única opción para una recuperación completa sería la cirugía. Para alguien tan activa y enérgica como Laurie, esta fue una noticia difícil de escuchar, pero Laurie y su familia habían experimentado una tragedia mucho mayor solo dos años antes.

El 19 de julio de 2017, el mundo de Laurie se hizo añicos cuando su hijo Ryan falleció repentina y trágicamente a la edad de 34 años. Ryan era alguien a quien, una vez conocido, nunca olvidarías. Tenía un corazón de oro, una risa contagiosa y era querido por todos. Ryan era un ávido y talentoso jugador de hockey, que fue introducido por primera vez en el deporte cuando tenía sólo 5 años de edad y jugó hasta su muerte. La misión de Ryan en la vida era asegurarse de que todo el mundo tuviera el mismo acceso al deporte que él amaba, donando su equipo de hockey usado a los necesitados y organizando becas para ayudar a compensar los costes de otros. 

El pequeño rayo de esperanza para Laurie y su familia tras su fallecimiento fue su decisión de ayudar a los demás mediante la donación. Laurie recuerda el momento, hace años, en que Ryan tomó la decisión de registrarse como donante: "Llevé a Ryan a sacarse el carné de conducir a los 16 años. Cuando estaba rellenando el papeleo, me miró y me preguntó qué significaba ser donante. Le expliqué que, en caso de muerte, otras personas recibirían sus órganos, ojos o tejidos. Ni siquiera dudó y respondió: "Quiero hacerlo, mamá". Así era Ryan, siempre pensando en los demás".

Tras su muerte, Ryan pudo salvar y curar a otros gracias al don de la donación de tejidos. Es aquí donde el legado de Ryan y la próxima operación de Laurie se cruzan.

A Laurie no sólo le dijeron que la cirugía era su única opción para recuperarse tras su accidente de esquí, sino que también le informaron de que la cirugía implicaría recibir tejidos de un donante fallecido. Al recibir esa noticia, Laurie dice: "Inmediatamente pensé en Ryan y en el hecho de que era donante de tejidos. Recuerdo que pensé que había una posibilidad muy pequeña de que su tejido estuviera disponible; tuve una sensación abrumadora de preguntar."

Gracias a la determinación de Laurie y a los esfuerzos de la American Tissue Services Foundation (ATSF) y Medtronic, no sólo se puso a disposición de Laurie el tejido de Ryan, ¡sino que ella sería la primera receptora de sus donaciones!

Antes de la operación, Laurie no podía andar sin la ayuda de muletas o andador, no podía conducir y necesitaba la ayuda de familiares y amigos para las tareas cotidianas. Hoy, después de la operación, Laurie camina sin dolor, recorre 32 km en bicicleta y está deseando volver a las pistas. Laurie nos cuenta: "Llevaré una parte de Ryan conmigo toda la vida y eso me ha reconfortado mucho, es el lado positivo de esta terrible tragedia. Ryan vivirá conmigo para siempre, ¡juntos seremos uno!".

Laurie es ahora embajadora de Dona Vida en LifeSource y comparte con los demás el legado de Ryan y la importancia de la donación. Laurie espera inspirar a más personas para que se registren como donantes y salven y curen vidas, igual que su hijo curó la suya.