La historia de Matt

Matt Nelson era un donante. Prestó tres años de servicio en el ejército de Estados Unidos, destinado en Fort Leavenworth.

En los paseos familiares solía comprar bocadillos y agua y dárselos a la gente que veía por la calle. Les daba una tarjeta de visita y les decía que, si buscaban trabajo, podían llamarle y él les encontraría algo que hacer.

Sólo quería ayudar.

Conocía el valor de la familia y atesoraba el tiempo que pasaba con su esposa, Danyel, y sus dos hijos Jordan, de 16 años, y Caleb, de 4. Atesoraba momentos especiales enseñando a conducir al mayor y disfrutando de dibujos animados y películas con el pequeño. Regalaba risas, felicidad, alegría, amistad y amor.

Durante una típica cena de Acción de Gracias en su ciudad natal, rodeados de sus seres queridos, los Nelson se dispusieron a disfrutar de sus vacaciones.

Entonces, a la mañana siguiente...

Danyel se despertó y vio a Matt, su marido desde hacía 17 años, tumbado en la cama sin responder. En ese momento borroso, recuerda que sintió como si le arrancaran el corazón del pecho.

Matt fue trasladado al hospital, pero no recuperó el conocimiento.

Recuerda claramente cuando su hijo de 16 años, Jordan, la miró directamente a los ojos y le dijo que, tras cinco agotadores días de segundas, terceras y cuartas opiniones, había llegado el momento de dejarle marchar. A los 37 años, Matt falleció de un paro cardíaco.

No fue ninguna sorpresa que Matt decidiera ser donante, y Danyel protegió su decisión. Su generosa decisión se transformó en un legado de esperanza y curación para 76 personas. Hombres y mujeres, adultos y niños, de costa a costa: todos viven con un don de Matt.

Matt Nelson era un donante. Sus dones son ahora su legado.