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Homenaje a Trinidad: Un héroe que levantó a toda una comunidad

Trinidad era un líder que salvaba vidas. Y, cuando solicitó su primer permiso de conducir, se aseguró de que figurara su condición de donante de órganos.

Trinidad Flores era una líder. En la comunidad indígena estadounidense de Little Earth, en Minneapolis, Trinidad era muy conocida y respetada.

Si había un programa en la comunidad, Trinidad participaba. Jugaba al fútbol, al béisbol y al baloncesto. Cuando presidió un Pow Wow mensual, marcó la pauta para que otros jóvenes presidieran estas ceremonias especiales con los ancianos. Hizo circular una petición para salvar la clase de lengua ojibwe de la comunidad. Era un modelo a seguir, un amigo, un hermano.

A los 14 años, tras un partido de béisbol, el entrenador de Trinidad le notó inusualmente cansado. Lo que se pensó que era gripe resultó ser una enfermedad mucho más grave llamada miocardiopatía dilatada, que agranda y debilita el corazón. Trinidad necesitaría un trasplante para sobrevivir.

Familia y amigos de Trinidad Flores
Familiares y amigos de Trinidad Flores, receptora de corazón y donante de órganos. Foto de TC Worley.

En una cultura en la que la donación de órganos, ojos y tejidos no está tradicionalmente aceptada, Trinidad fue un líder. Con sólo 14 años le dijo a su madre que, si le ocurría algo, quería ayudar a los demás mediante la donación. Cuando se sacó el carné de conducir a los 16, se inscribió.

Durante dos años, Trinidad estuvo entrando y saliendo del hospital mientras esperaba su trasplante. Entonces, un corazón generosamente donado fue compatible con Trinidad. Con gran esperanza y fe, su familia y amigos se reunieron para su operación y lo que se suponía que iba a ser su nuevo y saludable comienzo.

Trágicamente, poco después de recibir el trasplante de corazón que tanto necesitaba, Trinidad sufrió un derrame cerebral que puso fin a su vida. Una vez más, tuvo la oportunidad de ser un líder. Su madre, Cassandra, protegió su decisión de donar y Trinidad entregó los preciados dones de sus riñones y su hígado para salvar la vida de dos personas.

El legado de Trinidad se deja sentir en toda su comunidad. Los equipos de béisbol y baloncesto que él amaba han sido rebautizados como los Osos Rojos, en honor a su nombre natal, Red Bear Standing. El movimiento "Love Trini" patrocina actos juveniles y juguetes para los niños del Hospital Infantil Amplatz. Cada vez más gente sigue el ejemplo de Trinidad y se registra como donante.

Trinidad fue un líder que salvó vidas.


Preserve el círculo de la vida inscribiéndose hoy mismo como donante de órganos, ojos y tejidos.