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Un piloto de trasplantes experimenta en primera persona la donación de órganos
Como piloto, Josh pasó de transportar pacientes hacia y desde un trasplante, a experimentar la donación en primera persona cuando su madre se convirtió en donante tras sufrir un derrame cerebral.
El 28 de junio de 2019, Josh Weiland recibió una llamada que nadie quiere recibir. Su padre lo llamó para decirle que su madre, Suzie, estaba siendo trasladada al hospital por lo que probablemente era un derrame cerebral. Cuando Josh llegó, se enteró rápidamente de que, en efecto, se trataba de un derrame cerebral y, por desgracia, era del tipo que no tiene un desenlace prometedor. Fue entonces cuando su padre le dijo que su madre quería ser donante de órganos.
Josh no era ajeno a la donación. En su carrera como piloto, había transportado al hospital a pacientes en lista de espera para recibir sus trasplantes, pero nunca pensó que la donación de órganos le afectaría a un nivel tan cercano y personal.
"Se había dado la vuelta al guión y ahora estábamos en el otro asiento", dijo Josh sobre el momento en que descubrió que ahora se enfrentaría a la donación de órganos fuera de su carrera y dentro de su familia.
La familia de Josh describió a Suzie como una amante de su familia, especialmente de sus nietos. A Suzie le gustaba salir al lago, hacer tubing e incluso esquí acuático. Con la importancia de la familia en su corazón, pasar tiempo juntos antes de su muerte fue un regalo significativo para ella y su familia.
El legado de Suzie
Cuando se le preguntó por la capacidad de Suzie para convertirse en donante de órganos cuando las estadísticas muestran que sólo alrededor del 1% de todos los donantes de órganos registrados se convierten en compatibles, Josh se sorprendió inicialmente. "Pensé que basándome en su avanzada edad y en el hecho de que solía fumar hace muchos años la descalificaría como donante".
Existen muchas ideas erróneas sobre la donación de órganos, como la edad y determinadas afecciones médicas que algunos asumen que pueden descartarle como donante de órganos. La realidad es que cualquiera puede inscribirse como donante de órganos, independientemente de su edad, y la mayoría de los problemas médicos no impiden ser donante.
En el caso de Suzie, pudo regalar múltiples donaciones, incluidos sus pulmones. "Cuando el cirujano habló de sus pulmones, dijo que era el mejor conjunto de pulmones que había visto en una persona de 66 años", algo que Josh recuerda que no le sorprendió teniendo en cuenta que era muy bulliciosa y le encantaba cantar.
"Supongo que acabó con todos esos mitos", reflexiona Josh sobre el impacto de la donación de su madre.
La donación como regalo supremo
"Para mí, creo que ser donante es el regalo definitivo. Creo que venimos al mundo sin nada y nos vamos sin nada. Por eso, para cualquiera de nosotros, tener la capacidad de prolongar la vida de alguien de esa manera es el mejor regalo que podemos hacer. Hoy hay gente que está viva gracias a mi madre, y eso es increíble".