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Una nueva investigación pretende detener el tiempo biológico, más ayuda para los que esperan

Cada día es una batalla contra el reloj para recuperar y trasplantar un órgano. El tiempo que transcurre desde la donación hasta el trasplante por órgano es muy limitado (oscila entre 4 y 24 horas). Gracias a una investigación pionera, este plazo está a punto de cambiar.

LifeSource se enorgullece de apoyar el lanzamiento inaugural del Instituto de Investigación Biostasis, destinado a eliminar las limitaciones de almacenamiento de órganos, tejidos y otros grandes sistemas biológicos. Esta iniciativa pretende reducir el tiempo en lista de espera de futuros receptores de trasplantes y permitir que muchos otros se conviertan en donantes de órganos, una oportunidad poco frecuente debido a los criterios médicos actuales. Este increíble trabajo impulsará la misión de LifeSource de honrar el heroísmo de cada donante de órganos maximizando el impacto de sus donaciones para salvar vidas.

Tras décadas de investigación, el Biostasis Research Institute pondrá en marcha dos centros académicos de investigación dedicados a la crioconservación de órganos y tejidos vivos, una primicia en la historia de Estados Unidos. Esta investigación pionera se está llevando a cabo a pocos kilómetros de LifeSource , en la Universidad de Minnesota.

Detrás de la innovación: Almacenamiento criogénico de órganos

El Centro de Preservación de Órganos y Tejidos se centrará en tecnologías para recalentar de forma segura y rápida órganos crioconservados y otros sistemas vivos.

Este centro se encuentra en el Instituto de Ingeniería Médica (IEM) de la Universidad de Minnesota y estará dirigido por el Dr. John Bischof, Director del IEM, y el Dr. Erik Finger, profesor del Departamento de Cirugía.

El proceso permitiría conservar los órganos en un congelador de nitrógeno líquido durante días o incluso años. Cuanto más baja sea la temperatura del congelador, mayor será el tiempo de conservación. He aquí cómo funciona:

  • LifeSource coordina con las familias donantes que han decidido participar en el programa de investigación.
  • El equipo de la Universidad de Michigan añade moléculas anticongelantes biológicas al órgano y, a continuación, reduce la temperatura para que no se cristalice. Una vez colocado el órgano en un vaso, el metabolismo se detiene esencialmente. De este modo, el sistema biológico se conserva indefinidamente.
  • Cuando están listos para su uso, los órganos se recalientan y se reaniman.

Este último paso de recalentar y reanimar los órganos tras su congelación ha supuesto un gran reto. Por ejemplo, si un órgano congelado se recalienta demasiado rápido o de forma desigual, se agrieta. El equipo de la Universidad de Minnesota ha desarrollado nuevos métodos y tecnologías prometedores para resolver estos problemas. Uno de los métodos consiste en profundizar el órgano con nanopartículas de óxido de hierro, que se reactivan y luego devuelven al órgano su pleno funcionamiento de manera uniforme y rápida.

¿Cuál es el plazo actual para preservar y trasplantar órganos?

Cada año, unos 3.500 riñones y 3.000 hígados de donantes estadounidenses no pueden ser emparejados con un receptor aceptable antes de que expire su límite de conservación, al igual que muchos corazones, pulmones y páncreas.

Actualmente, cada órgano tiene un plazo específico en el que debe producirse el trasplante una vez recuperada la donación:

  • Corazón: 4 - 6 horas
  • Pulmones: 4 -8 horas
  • Hígado: 8 - 12 horas
  • Páncreas: 12 - 18 horas
  • Intestinos: 8 - 16 horas
  • Riñones: 24 - 36 horas

La biostasis tiene el potencial de prolongar el emparejamiento durante días o semanas en lugar de horas. Esto también eliminaría el obstáculo de la geografía, creando la capacidad de colocar órganos a distancias más largas, eliminando el riesgo de retrasos o cancelaciones de vuelos u horarios de quirófanos.

¿Cómo afectará esta investigación a las personas que actualmente esperan un trasplante que les salve la vida?

Salvar vidas es siempre la máxima prioridad. Si los órganos de un individuo son aptos para el trasplante, debemos encontrar, y encontraremos, un paciente que reciba el trasplante. Pero en muchas situaciones, si el trasplante no es posible, sí lo es la investigación.

Cuando la gente dona, puede ayudar a alguien con el regalo de la vida ahora mismo, pero también existe la oportunidad de ayudar a alguien en el futuro a través de la investigación si el trasplante no es posible. Los equipos de la Universidad de Michigan tienen previsto empezar a probar el sistema con órganos humanos donados que no puedan trasplantarse este verano (2021).

"Sería un cambio de juego tremendo, no sólo en cuanto al tiempo, sino también en cuanto a la posibilidad de encontrar la compatibilidad perfecta, el mejor órgano para cada paciente", declaró Susan Gunderson, Directora General de LifeSource . "En el caso de los niños, en particular, nos enfrentamos al reto de encontrar el órgano del tamaño adecuado en el momento en que el paciente lo necesita. Eso es devastador. Creo que esto reconforta a los pacientes que esperan un trasplante sabiendo que la ciencia sigue desarrollándose. Es una promesa de esperanza".